A mi gata negra
Enigmática sombra de ojos dorados,
bigotes y dos dedos blancos,
manchita negra de cuatro patas,
cómplice de silenciosas nostalgias.
Te sientas en la cumbre más alta,
contemplando todo con audacia,
engalanándote como cetro atención,
para ocultarte en un cartón.
Pequeña y rebelde hija mía
corriendo o brincando por la vida,
te encuentro envuelta entre cobijas,
esperando que llegue comida.
.
Veladora de sueños, niña de pasarela,
negra consentida y sonrisa del día.