Revolución laboral a través de la história

Hoy demagogo, estancado y abandonado, se cubre tu historia con charcos de sangre de hijos cansados de ver una sombra, bajo las lágrimas de sudor de un muerto en el panteón de un jornalero, un tirano que en la nada propuso un porcentaje, para la caja fuerte de sus arcas de muerte.

Lo peor es ver un enterrador empresario que vive tras explotar a sus operarios, tratándolos como monedas y ya no almas como simples vagos con sueños de paja, viviendo del hueso roído por un cerdo de fieras salvajes que buscan plusvalía, pagar menos por el explotar una vida.

El espíritu de la insurrección laboral late en el pecho de cada obrero pensante, No es el batallar con armas caseras ni atacar policías padres y hermanos, debemos llenarnos de duda y sabiduría y dar importancia a cada sentimiento, vale más la felicidad que un sueldo.

Hoy no debes ser un acto de guerra, firmemente debemos darnos cuenta el papel que tomamos en esta tierra, y empezar a eliminar toda indiferencia al quedarnos tontos, ciegos y callados olvidarnos que una acción individual o un sueño no significa nada.