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¿Por qué los marcianos?


-Papá… ¿Existen los marcianos?

-Claro que no, en Marte no se han descubierto señales de vida.

-Si… ya sé yo en realidad me estaba refiriendo a si existe vida extraterrestre más inteligente que nosotros.

-Ah…. ¡¿Qué se yo?!

-Y entonces, ¿porque a lo largo de la historia se habla de los extraterrestres como seres superiores, muy inteligentes, que viajan por el espacio?

-No siempre “fueron” inteligentes, ni superiores… En la realidad los extraterrestres son un campo experimental para nosotros por eso fueron cosas distintas de acuerdo a la necesidad del momento.

-¿Qué querés decir?

-Que los marcianos son una representación; se trata de una sociedad imaginaria sobre la que proyectamos conductas sin más restricciones que los límites de la imaginación o de lo que queramos creer.

-Pero, ¿Por qué se los imagina casi siempre más inteligentes y desarrollados?

-En realidad parece que esto comenzó con un error de observación de dos prestigiosos astrónomos del siglo pasado.

-En aquella época no existían los adelantos tecnológicos de ahora y Marte apenas se veía como una pelotita cobriza con manchas. Estos observadores que lo miraban mucho probablemente aunaron la fatiga visual con las características de nuestro cerebro, organizar siguiendo patrones conocidos, lo que llevo que se “trazaran” líneas sobre la superficie del planeta que semejaban “canales” a los ojos de estos astrónomos. De allí se supuso que los marcianos deben tener una gran tecnología para “transportar” agua desde los polos a los trópicos. Estas especulaciones consideraron a considerarlos superiores. Claro…, para ese entonces el desarrollo se asociaba al poder, y tener poder significaba tener derecho de expansión sobre los que no lo tenían. Algunos creían que podían ser una expansión benéfica. Recuerdo, por ejemplo un panfleto de los años setenta por un grupo que presuponía que toda la vida en el universo seguía las mismas leyes deterministas. Decía que los marcianos debían ser comunistas porque pertenecían una sociedad adelantada, que ya había superado el modo de producción capitalista y estaba en pleno desarrollo del comunismo científico. Los norteamericanos, en cambio reconocían su superioridad tecnológicos pero los consideraban asesinos, invasores y esclavistas. Es llamativo como en estas proyecciones pueden encontrarse los mismo dichos de los pueblos dominados por Occidente (“Están entre nosotros” “Vienen a matarnos”).

Pero no creas que esta práctica es exclusiva de esa situación.

Este tipo de comportamiento es habitual en cualquier relación desigual. Fíjate, recuerdo a un colega la inevitabilidad de la desaparición de las culturas aborígenes porque donde ellos producían para doscientas personas Occidente lo hacía para mil. Alguien, que sabía que este antropólogo vivía solamente con su mujer en un departamento de muchas habitaciones, le pregunto ¿Y cuanta gente puede vivir en esta gente?

-No entendí, pero no importa

-Lo que quiero decir es que si vinieran marcianos con una tecnología superior ¿vos aceptarías que cambie tu vida? ¿Ser esclavo o sirviente, comer mal, etc…, solo porque ellos pueden producir más? Además los marcianos permiten a Occidente convertirse en victima cuando en realidad era victimaria, y jugar el papel de revolucionario, por lo menos en las películas.

-Ah…Y decime ¿para otras cosas más se pueden usar a los marcianos?

-También fueron usados para representar metafóricamente lo que se llamó la Guerra Fría, que enfrentaba a los Estados Unidos y sus aliados y sus aliados contra el bloque socialista.

Esto sucedió desde los años cincuenta hasta los ochenta. En aquel momento había una seria de televisión que reflejaba lo que te estoy diciendo, se llamaba “Los invasores” y trataba de un arquitecto que un día yendo por un camino vecinal pierde en su auto y descubre accidentalmente la llegada de los marcianos en un platillo volador…

-Y… ¿qué hizo?

-Se quedó observando…viendo como los marcianos tomaban cuerpos humanos para infiltrarse entre “nosotros”. El slogan de la seria era algo así: “Están entre nosotros, puede ser tú vecino, un amigo o un familiar…Se comportan como nosotros, pero son invasores”. Cada capítulo consistía en la búsqueda, el desenmascaramiento y la posterior muerte de los invasores. Cuando en nuestro país a fines de los 70s la tele tuvo color, se pudo ver al morir los marcianos se volatilizaban en un gas rojo.

-¡Oh! Pero ¿que tenía que ver con la “Guerra Fría”?

-¿No lo ves? Un comunista puede ser cualquiera, puede ser un familiar, un amigo…

-Ah… los comunistas remplazaban los cuerpos…

-No, los ponían ideas en la cabeza, que para el caso sería lo mismo, ya nunca volverían hacer lo que eran.

-¡Que terrible!

-Sí, fue una época en donde se denunciaba como comunista a todo lo que no pensara igual, para imaginarlo y así sostener el “mejor sistema político” que, paradójicamente, es el que permite libre pensamiento…

-¿Cómo?

-Claro, había que segregar a los que no pensaban igual para que no se instalará el sistema comunista que segregaba a los que no pensaban igual.

-Que ridículo…Pero hoy no se ve así a los marcianos.

-Cuando la “Guerra Fría” terminó, los empezaron a identificar con seres dulces y buenos que solo querían regresar a su hogar.

-Guau…

-De todas formas, no todas las imágenes pasaban por esos estereotipos.

-¿Qué es un estereotipo?

-Estereotipo es una palabra que bien del oficio de imprentero: es un placa que permite copiar en muchas hojas lo que tiene grabado. Ahora bien, en Ciencias Sociales se lo utiliza para tener una imagen global y colectiva simplificado con las que se pretende identificar comportamiento o característica de un grupo social, pueblo, etc…Así, un estereotipo sería que los marcianos son seres buenos dulces, amigables, y otro distinto que son malos, agresivos, asesinos.

Desde el punto de vista corporal, el estereotipo más instalado en nuestra sociedad es el de los marcianos parecidos a los humanos solo que de color verde, con una gran cabeza (en proporción a su cuerpo), antenas y poderes sobrenaturales.

-¿Por qué serán así?

-Porque no los conocemos.

-¿…?

-Leí una vez un comentario de François Jacob que me llamó mucho la atención. Él decía que nosotros no podemos imaginarnos nada más que allá de lo que conocemos. Cuando imaginamos seres extraterrestres imagina con las categorías que manejamos. Por lo tanto, si son inteligentes se parecerán a nosotros pero con un color de piel que no exista en la Tierra, por ejemplo el verde. Esto es importante porque el color de piel se utiliza como un carácter de discriminación entre los hombres. Si creemos que son muy inteligentes, los haremos cabezones; si queremos que tengan sentidos más poderosos que los nuestros, Les haremos ojos orejas o nariz grandes o les agregaremos antenas. Si los queremos feos, los imaginaremos con partes de insectos o crustáceos, etc. Sí pretendemos sean malos, les pondremos bocas grandes con dientes filosos, y buenos les dibujaremos una sonrisa.

-Y para vos, ¿Cómo serían los marcianos?

-Creo que te lo estuve diciendo: son un espejo en el que miramos lo que quisiéramos ser, aquello en lo que creemos que nos vamos a convertir o lo que imaginamos que son los otros.

-¿Y por qué hay gente que dice que existen?

-No lo sé… supongo que por muchas razones.

-¡Están todos locos!

-No lo creo…

-¿Por qué no lo crees?

-Porque, más allá de saber si existen o no, el hecho de pensar que tienen una manera de ser está queriendo mostrar algo, está queriendo explicar algo.

-¿Cómo qué, por ejemplo?

-Que quienes tienen poder nos mienten, nos ocultan la verdad, que no somos el centro del universo, que lo diferente no es necesariamente malo, que no sabemos nada de lo que creemos saber.

-¡Entonces son unos genios!

-¡Que volátil que sos! Recién decías que eran locos y ahora que son genios.

-Es que no sabía que creer en los marcianos significaba todo eso.

-Buenos, pero afirmarlo también puede formar parte de creencias que dicen que lo que tenemos es lo mejor , que todo lo diferente es malo, que somos lo mejor del universo, que nuestros gobiernos nos cuidan, y que por eso es mejor que no sepamos nada o bien que sabemos todo lo que es posible conocer…

-Oh…

-De cualquier manera el problema es interesante. Los marcianos también representan en cierta forma un utopía de lo que creemos será nuestro futuro. Hay relatos en lo que ellos hablan de un planeta que agoto sus recursos o que degeneró su capacidad reproductora, etc…; en cierta forma los marcianos son los sobrevivientes a nuestros problemas, son un mensaje de cómo vemos nuestro futuro…

-Vos decís del agotamiento de nuestros recursos naturales esas cosas…

-Y esas cosas…

-Es como si nos dijeran “¡cuidado con el desarrollo tecnológico!

-Y eso ¿qué crees que significa?

-Ay papá, lo que dice es que hay que cuidarse de la tecnología.

-Sí, eso lo sé, pero yo te estoy preguntando otra cosa, ¿Por qué crees que se piensa de esa manera?

-Ahora sé que no entiendo.

-Tratá de no interpretar “literalmente” los mensajes sino de analizar el porqué de los mismos.

-Y eso ¿cómo sería?

-Este… A ver… ¿Que estaría presuponiendo para vos es mensaje?

-Para mí… que el desarrollo tecnológico va acabar con la naturaleza.

-Y esto ¿será verdad? ¿ No será que esta conclusión aparentemente verdadera es el resultado de ideas equivocadas? ¿Qué pasaría si estamos actuando mal por que nuestras ideas no son correctas?

-¿Qué me querés decir?

-Que probablemente estemos destruyendo la naturaleza con nuestra tecnología porque establecemos una oposición negativa entre naturaleza y cultura. Tal vez haya sido la educación que recibimos que nos hace ver a la tecnología como protegiéndonos de la naturaleza o, en otros casos, atacándola, pero siempre enfrentadas en un carrera por el dominio que culminará solo en el éxito de una de las dos. ¿Acaso no es eso lo que nos muestra las películas de ciencia-ficción? El futuro será solo cemento con arbolitos raquíticos o la naturaleza salvaje sin seres humanos o, en el mejor de los casos, en estado primitivo. Yo te pregunto ¿Por qué debemos enfrentar la tecnología con la naturaleza? ¿No es acaso la tecnología producto de un ser biológico? ¿No tenemos la suficiente inteligencia como para desarrollar una relación armónica entre ellas?

-Yo me pregunto otra cosa: ¿cómo podemos hacer uno para pensar diferente?

-Supongo que tomando un poco de distancia de las discusiones cotidianas…

-Vos estás diciendo que si queremos entender nuestros problemas deberíamos portarnos como marcianos en la tierra…

-Como marcianos… Si, ¿por qué no?

-…Y buscar sus causas sin el peso de lo que para nuestra sociedad está mal o está bien. Interesándonos en saber por qué creemos que determinadas cosas son el bien, cuales son el mal y si eso es correcto o no.

-Y estas hablando en marciano.

Pablo Rafael Bonaparte


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